¿Algo ligeramente surrealista trabajando texturas con el lápiz? Dibujemos lo primero que se nos ocurra y que luego Freud opine.
Aunque aquí en mi contra he de decir que al dibujar la calavera, no me resistí a poerle la corona de Barragan.
(SHit! Ha salido de lado)
El segundo trabajo ha tenido más miga, por el simple hecho de que las dos primeras propuestas no molaron a la profesora. Consistía en dibujar un rostro a partir de la fusión de un animal y una verdura.
¿Por qué? ¿Por qué no quisiste a mi nuevo amigo John el ornitorrinco? La razón fue ésta: No se trata de disfrazar a alguien. Pero John nunca desaparecerá, tened por seguro que llegará a ser alguien importante. (Aunque ahora que lo miro, ni siquiera metí una verdura...)
Una leopardo macizorra con una zanahoria...Esto triunfa seguro.Second Round...Failed. ¿Razón? Tiene que ser un rostro. ¡Maldita sea! ¿Por qué no me lo dijiste cuando dibujé a John? Pero mi mente no disistió.
Así es como nació mi amigo punky, mitad cerdo mitad cebolla.
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